Descripción
Con la DBT (Dialectical Behavior Therapy) la clínica de consultantes (Cs) complejos cambió radicalmente. De hecho varias de las ideas destiladas en este libro aparecen hoy naturalizadas. Marsha Linehan se animó a meterse con los Cs que están en el infierno, donde los ángeles no entran –los abandonados por la academia y los Terapeutas (Ts)– pero con una idea fija: ayudarlos a que ellos mismos intenten salir. Para eso organizó una clínica ambulatoria que los reciba y los estudie con ojos científicos, que de hecho son los más compasivos finalmente, para ofrecer un tratamiento y estudiar qué funciona y qué no. Una población de C con conductas suicidas y problemáticas, con trastorno límite de la personalidad (TLP) y con otras complejidades clínicas.
Es muy interesante el proceso, porque implementa un tratamiento y va observando los problemas y proponiendo metódicamente soluciones, probándolas en el campo, dispuesta a estar equivocada, y a vol- ver con pregunta más asertiva.
Decide implementar la terapia conductual, lo cual era audaz, ya que los criterios que se usaban, y aún se usan en TLP, son un conjunto de ideas abstractas (sentimiento crónico de vacío, impulsividad, entre otros), muy alejados del pragmatismo conductual. Además, era audaz porque las terapias imperantes en los 90 eran el psicoanálisis y la creciente terapia cognitiva, que eran muy mentalistas para sus descubrimientos; vestirse con ropa fuera de moda implica algunos riesgos.
Implementando la terapia conductual, aparecieron obstáculos que se convirtieron en nuevas hipótesis y ensayó nuevas soluciones a esos desafíos. Esas soluciones son ideas que significaron un avance en la psicoterapia contemporánea.