Descripción
Homenaje al enfermero La historia del cuidado intensivo está íntimamente relacionada con la de la enfermería. La activa participación de Florence Nightingale en la guerra de Crimea, preocupada por las deprimentes condiciones del tratamiento médico, fue emblemática y determinante. Esta heroína y su equipo de enfermeras voluntarias reunieron a todos los heridos de la guerra bajo un mismo ambiente, permitiendo así una asistencia más directa y eficiente. Este hecho, se constituyó en uno de los precursores que dio origen a las unidades modernas de cuidado intensivo, donde los pacientes son reunidos bajo un mismo espacio buscando facilitar, racionalizar y hacer más eficiente el tratamiento. En los más de 32 años en que coordiné una respetada unidad de cuidado intensivo, tuve la oportunidad de visitar servicios en diferentes países. Encontré UCIs que no disponen de fisioterapeutas, algunas con nutricionistas, pocas con psicólogos, además de la total ausencia de algunos otros profesionales de la salud. También en EUA, cerca del 40% de las UCIs no tienen médicos en forma permanente en el servicio. Pero en ningún lugar dejé de encontrar un enfermero. Los enfermeros, liderando o en conjunto con otros profesionales de un equipo interdisciplinario, constituyen los pilares esenciales y fundamentales de cualquier estructura de salud. No existe una asistencia enfocada al paciente y a la familia sin una participación activa y decisiva de un profesional de enfermería. Desde los servicios ambulatorios hasta las UCIs, desde los primeros auxilios hasta los centros quirúrgicos y servicios de maternidad, el enfermero está siempre presente. Del enfermero se exige todo. Se exige que sea atento, simpático, de buena apariencia, educado, siempre brindando la debida atención al médico que visita a su paciente. Debe conocer bien el caso clínico y ejecutar con destreza y habilidad las orientaciones médicas. También es muy importante que el enfermero coordine el proceso asistencial y mantenga una buena integración con todos los equipos de profesionales relacionados con la atención. El paciente y sus familiares exigen una pronta atención, con dedicación, sonrisas, eficiencia, cariño y solicitud. Además, la atención no puede ser demorada. La administración, a su vez, impone un trabajo burocrático, solicitando informes, registros, programas de perfeccionamiento, protocolos, reuniones, procesos de calidad, en los cuales el enfermero tiene que demostrar de igual forma, un buen desempeño. Todo esto y más se exige de este profesional que también es un ser humano que tiene necesidades. Frecuentemente, en el desarrollo de toda esta intensa actividad, estresante y de gran responsabilidad, el enfermero tiene que pensar en lo que sucede con sus hijos, su pareja, su madre, en fin, sus personas más queridas y que hacen parte de sus necesidades emocionales fundamentales como para cualquier otro ser humano. El enfermero siente igual que otros, pero sobre él recae una exigencia mucho más acentuada en este intrincado sistema donde el objetivo primordial es recuperar y mejorar la vida de los pacientes. Las instituciones de salud, por más sofisticadas y avanzadas que sean desde el punto de vista tecnológico, tienen su eslabón de unión con el paciente representado en el enfermero. Un toque de su mano, un trato amable y palabras de cariño y de apoyo crean un verdadero vínculo humanizador entre la estructura hospitalaria y el paciente y sus familiares. Es muy cierto el concepto de que “es el médico quien trae el paciente al hospital, pero es trabajo del buen enfermero hacer que regrese a la misma institución cuando lo requiera”. A usted enfermero, mi eterno agradecimiento, pues usted siempre será parte fundamental y esencial de un equipo multidisciplinario que consiguió idealizar el proyecto de uno de los grandes centros de cuidado intensivo en todo el mundo y que coordiné por más de 32 años. A usted, mi querido enfermero, muchas gracias por todo su apoyo, amistad, solidaridad y ayuda en los momentos más difíciles y angustiantes por los que todos hemos pasado. Cuando yo o alguien de mi familia o amigos necesitamos de ustedes, siempre tuvimos el mejor apoyo y atención con cariño y devoción. No tengo palabras suficientes para traducir mi sentimiento de agradecimiento hacia ustedes, profesionales de la enfermería, quienes infelizmente muchas veces no reciben el debido y merecido reconocimiento y recompensa por su estructura de responsabilidades. Mi mayor deseo es que su verdadero valor sea debidamente reconocido. Ustedes deben actuar como siempre, con el corazón y la razón, sin dejar de perfeccionarse continuamente en su profesión para hacer valer aún más sus verdaderos conceptos, valores y responsabilidades, por medio de una práctica basada en la evidencia. Para esto, es importante participar en los programas de educación continua e involucrarse con otros profesionales que prestan asistencia en salud, buscando siempre la mejoría de la calidad en la asistencia al paciente, quien es nuestro objetivo común. Este libro, fruto de un trabajo e ideal de un equipo, fue escrito por enfermeros. Su finalidad es generar conocimiento y divulgarlo en todos los rincones de nuestro querido país y de América. Hago votos por que esta edición sea la primera de una larga trayectoria de publicaciones que puedan contribuir al perfeccionamiento de los profesionales de la enfermería que tanto estimo, reconozco y a los que tanto debo. ¡Muchas gracias por todo y que Dios los bendiga! Sao Paulo.
